domingo, 12 de diciembre de 2010

La bebida del invierno europeo

Glühwein
"Glühwein por *Noema*, en Flickr"

Vin chaud en Francia, mulled wine en inglés, glögg en Suecia, gløgg en danés y en noruego, glögi en finlandés, glühwein en alemán, grazniec en polaco, svařené víno en checo, vin brulé en italiano Una misma palabra en múltiples idiomas que da nombre a una de las bebidas más consumidas en estas fechas: el vino caliente.

Los ingredientes esenciales del vino caliente son, obviamente el vino (tinto o blanco), cáscaras de naranja, canela en rama, azúcar, vainilla en vainas y clavo, aunque cada país le pone su "ingrediente estrella". Así, en Polonia el grazniec se prepara con miel, y en los países escandinavos es una mezcla de vino, con alcohol de cereales o vodka. Basta con un simple vaso para que esta bebida cumpla su cometido: hacernos entrar en calor.

Realmente nadie se pone de acuerdo en sus orígenes: la India colonizada por los ingleses, Suecia, Alemania… Lo cierto es que hoy en día está presente en todos y cada uno de los mercadillos navideños más importantes de Europa, y no puede faltar en casi ningún puesto, acompañado de galletas de jengibre, bollos de canela y azafrán, pastelitos de pasas y almendras, o incluso… ¡salchichas!

El vino caliente es muy fácil de preparar. Necesitamos vino (tinto o blanco, al gusto), piel de naranja (sin la parte blanca), azúcar o miel al gusto, canela en rama, una vaina de vainilla y unos cuantos clavos. Es recomendable dejarlo todo macerando la noche anterior, y calentarlo cuando se vaya a servir, pero podemos hacerlo directamente para consumirlo. Es muy importante que el vino no llegue a hervir, porque perdería alcohol y en consecuencia, gran parte de sus propiedades caloríficas. Basta calentarlo hasta que el azúcar o la miel se hayan deshecho en su totalidad. Apartar del fuego y dejar reposar 5 minutos antes de servir. En los países de más tradición utilizan un recipiente de cristal resistente al calor calentado por una vela (similar a los quemadores de esencias) que impide que el vino se enfríe y permite servirlo siempre en su temperatura adecuada.

Y vosotros, ¿habéis probado el vino caliente?

4 comentarios:

  1. Yo si lo probé hace un par de años que me lo trajo una paciente que vivió en Alemania. El día que lo tomé estuve sudando durante una hora casi

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  2. Tradicionalmente en centroeuropa se prepara en unas marmitas enormes de cobre (la mayoría de fabricación española) y se bebe en unos vasitos de barro con forma de bota.

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  3. ¡Me encanta el vino caliente! Pero tengo que probarlo con vino blanco; no sabía que también se utilizase como ingrediente...

    Ah, y como curiosidad, la parte blanca de las naranjas (lo que amarga) se llama "albedo" ;-)

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  4. Esto del vino caliente deberíamos probarlo si alguna vez hubiera desvirtualización este invierno..., me parece que me voy a poner a organizar algo :p eso sí, llevaremos tooodas las naranjas sin albedos :DD

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